¿Quieres prevenir y tratar enfermedades dermatológicas? Sigue nuestros consejos y trucos para cuidar adecuadamente de tu piel.
La picadura de un mosquito, además de ser molesta, puede transmitir virus, como el del Nilo occidental. Cierto, una opción es usar repelente, pero mejor sigue este truco de la doctora Lou Schlachter, ex decana de la Universidad de Carolina del Norte, que enseña medicina herbal y remedios caseros en el Colegio William & Mary, de Virginia: toma 100 mg de vitamina B1 o de levadura de cerveza diarios para evitar picaduras de mosquitos, pulgas, moscas y garrapatas. Los beneficios se observan a la semana y duran mientras se tome la vitamina.
Según la doctora Schlachter, como el veneno contenido en la mayoría de los aguijones se compone de sustancias ácidas o alcalinas, usar sus opuestos calma las molestias. Así que cuando salgas al aire libre, lleva un pequeño rociador con vinagre blanco y un recipiente con bicarbonato. Si sufres una picadura, rocía vinagre y, si el ardor persiste, cubre el área afectada con una pasta de bicarbonato de sodio (mézclalo con un poco de agua o saliva). Si el aguijón se incrusta en la piel, frótalo suavemente con una barra de jabón humedecida: el aguijón saldrá en seguida.
Los fuegos generalmente aparecen justo antes de un suceso importante, como una boda o una junta; esto es porque los causa el virus del herpes, que es muy común. Dicho virus subyace en el cuerpo sin hacerse notar hasta que la tensión lo “despierta”. Para deshacerte del fuego, haz lo que la doctora Schlachter recomienda: cúbrelo con una cucharadita de yogur natural varias veces al día. Los microorganismos activos del yogur atacan al virus, por lo que reducen la comezón y sana más rápido.
Rebana un pedazo de cebolla de medio centímetro de grosor, colócalo sobre la astilla y sujétalo con una venda toda la noche. En la mañana la astilla habrá salido sin dolor, gracias a las sustancias de la cebolla que hacen que la piel se contraiga.
Prueba este remedio popular: pon una rebanada de cebolla en el moretón por 15 minutos. La alicina, el mismo compuesto de la cebolla que hace llorar, estimula el flujo linfático y ayuda a que fluya el exceso de sangre en el tejido. Este remedio sólo funciona si lo aplicas inmediatamente después del golpe.
Si el remedio de la cebolla no dio resultado, frota el moretón con hamamelis (se consigue en tiendas de productos naturistas) y aplica hielo durante 5 minutos: ambos contraen los vasos sanguíneos, reducen el flujo de la sangre hacia el tejido y aceleran la curación.
Espolvorea un poco sobre los pies y entre los dedos, pues al absorber la humedad previene el incómodo y desagradable pie de atleta. Si ya lo detectaste, machaca seis dientes de ajo en dos cucharadas de aceite de oliva y deja reposar unos días. Cuela el aceite y úntalo en el área afectada una vez cada 24 horas.
Si presentas una reacción alérgica a un metal, antes de acudir con el médico para que te prescriba una crema con esteroides, barniza el gancho o puente de los aretes con barniz de uñas transparente para crear una barrera entre el metal y la piel.
Arma secreta: Mantequilla
El sarpullido y el eccema no sólo son desagradables a la vista, sino que desquician por la comezón que causan. En lugar de utilizar cremas con esteroides, cubre el área afectada con mantequilla y con una envoltura de plástico. ¡A que tu doctor no aprendió esto en la universidad!
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