Comer sanamente y mejorar tu dieta tiene que ver con ingerir la cantidad correcta de alimentos según tus necesidades energéticas. Al entender cómo funciona tu cuerpo, podrás tomar mejores desiciones a favor del mismo y, por ende, obtener una mejor calidad de vida. De acuerdo con autoridades de salud de nuestro país, 71 por ciento de los adultos mexicanos tienen sobrepeso u obesidad. Esto significa que muchos estamos comiendo más de lo que necesitamos y consumiendo alimentos inadecuados.
En una dieta saludable, balancear es la clave del éxito. Esto significa consumir una variedad amplia de alimentos en las proporciones y cantidades adecuadas para alcanzar un peso corporal saludable y mantenerlo.
Obtendrás los nutrientes que necesitas de una dieta cuya base sean alimentos con alto contenido de almidón como arroz y pasta; con mucha fruta y vegetales; algo de proteínas como carne, pescado y lentejas; lácteos y pocas grasas y azúcares.
La carne, el pescado, los huevos, las legumbres, los frutos secos y las semillas son buena fuente de proteínas, esenciales para el crecimiento y la reparación del cuerpo. Este grupo alimenticio debe representar menos de la sexta parte de nuestro consumo total de alimentos. La carne es buena fuente de hierro, cinc y vitaminas B. El pescado, las legumbres, los frutos secos y las semillas aportan vitaminas y minerales.
Son una fuente vital de vitaminas y minerales y deben constituir otra tercera parte de todos los alimentos que consumimos. Existen pruebas de que quienes comen por lo menos cinco porciones de fruta y de vegetales al día tienen un riesgo mucho menor de sufrir males cardiacos, derrame cerebral y algunos tipos de cáncer.
Uno de los alimentos que no creerías que ayuda a mejorar tu dieta lo hace si tomas en cuenta ciertos puntos. Toma nota de la diferencia entre las grasas saturadas y las grasas insaturadas. Las saturadas se encuentran en el queso, los embutidos, la mantequilla, los pasteles, las galletas ylas tartas, y pueden elevar tu nivel de colesterol en la sangre e incrementar el riesgo de presentar males cardiacos. Las grasas insaturadas te pueden ayudar a bajar el colesterol y proporcionar los ácidos grasos esenciales para gozar de buena salud.
Las grasas y el azúcar dan energía al cuerpo, pero al comer demasiadas, consumimos más energía de la que quemamos, lo cual genera aumento de peso; esto eleva el riesgode desarrollar diabetes, ciertos cánceres, enfermedades cardiacas y derrame cerebral.
La leche y los productos lácteos como el queso y el yogur son buena fuente de proteína y también contienen calcio, que ayuda a mantener los huesos saludables. Deben comprender un poco menos de la sexta parte de nuestro consumo total. Prefiere leche semidescremada, descremada, quesos duros bajos en grasa y queso cottage y yogur bajo en grasa o sin grasa. También puedes optar por consumir con frecuencia brócoli, almendras, ajonjolí, coliflor, tofu (hecho con sales de calcio) e higos secos.
Los alimentos ricos en almidón como el pan, los cereales, el arroz, la pasta (todos ellos integrales) y las papas son buena fuente de energía y la fuente principal de una gama de nutrientes en nuestra dieta. Los almidones funcionan como combustible para nuestro cuerpo y deben representar aproximadamente una tercera parte de todo lo que comemos en el transcurso de un día o una semana.
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