Combate la tos con estos remedios
A veces tenemos una tos tan fuerte que parece que el suelo se sacude. Nos duele el cuerpo de tanto toser, no dejamos dormir a nadie en casa y nos sentimos sumamente mal.
Aunque ese cuadro parece terrible, la tos en realidad es algo bueno, ya que es parte del sofisticado sistema de defensa del organismo y ayuda a mantener el tracto respiratorio libre de flemas. La tos puede ser causada por un resfriado, gripe o neumonía. Además, el polvo o el humo (o el nerviosismo) pueden desencadenar una tos seca. En todos los casos, hay muchas opciones para obtener un alivio rápido.
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Para empezar
Cuando se tiene tos, hay algunos pasos básicos a seguir, como los siguientes:
- Por supuesto, tápate la boca cuando tosas, y lávate las manos frecuentemente. Siempre ten a la mano tu botella de gel antibacterial.
- Bebe abundantes líquidos, en especial té caliente. Toser puede causar deshidratación. El té caliente no solo repone los niveles de líquidos sino que también alivia la garganta.
- Deja que la tos siga su curso, particularmente si es productiva (es decir, si la tos elimina flemas). Esto implica no tomar medicación antitusiva.
- Si la tos es productiva, acelera el proceso de curación inhalando mucho vapor, ya sea de un vaporizador, de la regadera o de un tratamiento con inhalación. Ayudará a despejar y expulsar la congestión.
Remedios caseros
Entabla amistad con el tomillo
El tomillo está aprobado oficialmente en ciertos países (Alemania, por ejemplo) como tratamiento para la tos, las infecciones del tracto respiratorio superior, la bronquitis y la tos convulsiva. Sus hojas tienen compuestos que alivian la tos. Para empezar, los flavonoides presentes en esta hierba relajan los músculos traqueal e ileal, que participan en el acto de toser. Los flavonoides también reducen la inflamación. Prepara un té, mezclando 2 cucharaditas de hojas de tomillo trituradas en 1 taza de agua hirviendo; deja reposar, tapada, durante 10 minutos y cuela.
Combate con linaza, miel y limón
Al hervir las semillas de linaza en agua se obtiene un gel espeso y pegajoso que alivia la garganta y el tracto bronquial. La miel y el limón actúan como antibióticos suaves y hacen que este jarabe sea muy calmante. Para prepararlo, hierve de 2 a 3 cucharadas de semillas de linaza en una taza de agua hasta que el líquido esté espeso; luego cuela y agrega 3 cucharadas de miel y 3 de jugo de limón. Toma 1 cucharada de jarabe cada vez que lo requieras.
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Prepara un té de pimienta negra
Este remedio viene de dos tradiciones diferentes: la medicina popular de Nueva Inglaterra y la medicina tradicional china. La pimienta negra estimula la circulación y hace fluir la mucosidad. La miel es un alivio natural para la tos y un antibiótico suave. Para preparar
el té, pon en una taza 1 cucharadita de pimienta negra recién molida y 2 cucharadas de miel. Llena la taza con agua hirviendo y deja reposar, tapada, durante 15 minutos. Cuela y bebe el líquido según lo necesites. Funciona mejor en los resfriados con mucosidad y no es conveniente para combatir la tos seca.
Otro enfoque amargo
Esto no sirve para los que no sean muy valientes, pero es una cura popular de uso común. Corta un limón fresco en cuartos, espolvoréalo con una buena cantidad de pimienta negra y sal y succiona directamente cada gajo para obtener un alivio rápido.
Prueba con leche tibia
Otro remedio popular para aliviar la tos es beber una taza de leche caliente endulzada con una cucharadita de miel.