Si buscas información en línea, sobre un complemento alimenticio (conoce cuáles son los complementos nutricionales ideales durante el embarazo), por ejemplo, obtendrás miles de resultados. Al visitar cualquier sitio podrás encontrar muchos anuncios que ofrecen un complemento, con todo y testimonios de clientes satisfechos.
Hay un cúmulo de información valiosa sobre la salud en línea, pero también hay un vasto número de fuentes dudosas. Para ayudar a separar lo útil de lo cuestionable, hazte estas siete preguntas:
Cualquier sitio te dirá quién es responsable de su información. Los sitios gubernamentales se cuentan entre las fuentes más confiables de información y pueden identificarse por el sufijo “.gob” al final de la URL.
Cuesta dinero administrar un sitio electrónico, y la fuente de ese dinero importa. ¿Vende publicidad el sitio? ¿Está patrocinado por una compañía farmacéutica?
La fuente del financiamiento puede afectar el contenido elegido, cómo se presenta éste y lo que los dueños del sitio pretenden lograr.
Si la fuente del financiamiento no es clara, trata de confirmar la información sobre la salud en otra parte, como un sitio que esté patrocinado por el gobierno.
Los sitios de calidad describen las pruebas que usan como base para su información. Si un sitio describe los beneficios de salud que puedes esperar de un complemento, busca referencias a la investigación científica que respaldan claramente esos beneficios.
Los testimonios, las anécdotas, las aseveraciones infundadas y las opiniones no son lo mismo que las recomendaciones objetivas basadas en pruebas, pero puede ser difícil diferenciarlas si no sabes qué buscar.
Si un sitio presenta información médica, personas con capacitación profesional y científica creíbles deben revisar el material antes de que se publique.
Verifica que haya un consejo editorial, u otras indicaciones de que la información ha sido cuidadosamente seleccionada y revisada.
Los expertos deben revisar y actualizar el sitio de manera regular. Las investigaciones constantemente descubren información nueva sobre la mejor manera de tratar o prevenir enfermedades, y un contenido obsoleto puede ser desorientador e incluso peligroso.
Los sitios electrónicos generalmente tienen una política con respecto a sus enlaces con otros sitios. Algunos sitios médicos tienen un enfoque conservador y no se enlazan con ningún otro sitio.
Otros se vinculan con cualquier sitio que pida —o pague— un enlace. Otros más sólo se enlazan con sitios que hayan satisfecho ciertos criterios.
Averiguar la política de enlaces de un sitio te puede ayudar a entender cómo los escogen y qué tratan de lograr al publicarlos. Si no encuentras la política en la página “Sobre nosotros”, busca la información de contacto para que puedas enviar una pregunta.
Evalúa cuidadosamente cualquier mensaje electrónico recibido que brinde información relacionada con la salud. ¿Cuál es el origen y el propósito del mensaje? ¿Anuncia un producto o trata de atraer personas a un sitio electrónico?
Desconfía de los mensajes electrónicos que promuevan un producto o servicio sin pruebas médicas que lo respalden.
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