Cómo limpiar los oídos de forma segura
La higiene de los oídos es crucial, pero debe hacerse de manera apropiada. No utilices cotonetes, ya que no fueron diseñados para esa tarea, a pesar de que muchos los empleemos para limpiarlos.
Si alguna vez has oído hablar de lo peligroso que es usar un bastoncillo de algodón para limpiarse los oídos, lamentamos decir que los rumores son ciertos. Según el Centro Médico Cedars-Sinai, el uso de un hisopo de algodón en realidad puede empujar la cera más profundamente en el canal auditivo e incluso puede causar la perforación de los tímpanos y la pérdida de la audición. Aún así, si experimentas acumulación de cera en los oídos, puede ser bastante incómodo, por lo que tenemos una solución más segura para limpiar tus oídos.
El agua puede servir como un gran recurso para limpiar tus oídos, siempre y cuando la uses correctamente. La irrigación es una excelente manera de eliminar cualquier cuerpo extraño o acumulación de cera en el oído.
A continuación, te mostramos cómo limpiarte los oídos correctamente con agua, según James Hubbard, autor de The Survival Doctor’s Complete Handbook.
Cómo limpiar los oídos de forma segura
- Vierte agua limpia y tibia en un recipiente. (Usar agua demasiado caliente o fría puede estimular el nervio auditivo, que también controla el equilibrio, y causar mareos). Si lo deseas, agrega unas gotas de peróxido de hidrógeno de uso doméstico.
- Sostén una toalla u otro recipiente debajo del oído afectado para recoger el agua a medida que sale.
- Con el agua del recipiente, llena una jeringa de pera, una jeringa médica sin aguja o una bolsa de plástico o una botella con un orificio en el fondo.
- Con el brazo opuesto a la oreja (por ejemplo, el brazo izquierdo si se vas a irrigar la oreja derecha), alcanza la parte posterior de la cabeza, agarra la oreja y tira hacia atrás y ligeramente hacia arriba.
- Aprieta la bolsa, el bulbo o lo que sea que estés usando para que el agua entre en el canal auditivo con una presión constante.
- Terminarás cuando salga el objeto o la bola de cera. Deténte si la irrigación no ha funcionado en unos cinco minutos o si tienes dolor o mareos. Puedes volver a intentarlo en unas horas. En ese momento, el cerumen, si ese es tu problema, debería estar aún más suave.
- Una vez que hayas terminado, pon un par de gotas de alcohol (mezclado con peróxido si lo deseas) en tu oído para ayudar a secar el exceso de agua.
